En muchas ocasiones, los usuarios que son nuevos en el uso de servicios courier para el envío de su paquetería, tienden a preguntar por qué se cobra una «x» cantidad de libras si el paquete original decía que pesaba sólo «q» cantidad de libras.

Usualmente, como clientes no nos damos cuenta que las dimensiones físicas del producto sin empacar son una cosa, el empaque original de un producto es otra y el empaque en el que lo envían para transporte es distinta también (sobre todo para garantizar el buen estado del mismo). Es este empaque el que llega a nuestro almacén y que, luego de medirlo, colocamos dentro de la guía que se crea vinculada al tracking registrado y al número de casillero de los suscriptores.

Con estas medidas, se pesa para obtener el valor mayor entre peso y volumen y así determinar el monto para la facturación del flete.

En transporte comercial, se utiliza el coeficiente de estiba aérea o coeficiente de estiba IATA, que hace que 166 pulgadas de volumen de una mercancía equivalgan a 1 lb del llamado «peso de volumen», Pv

La fórmula para ello es:

(ancho * alto * largo)/166

esto es longitud máxima exterior del bulto en cm por la anchura máxima exterior del bulto en cm; y c, es la altura máxima exterior del bulto, en cm.

Cuando una mercancía llega, se pesa en la báscula y se obtiene su «peso báscula» o peso real.

Por otra parte, se cubica y se divide por el coeficiente IATA, con lo que se obtiene su «peso de volumen». Se comparan los dos y el mayor se convierte en «peso tarifario», valor que se le aplican las tarifas. Así, el «peso tarifario» está relacionado con la naturaleza pesada o ligera de la carga.